PEDRA PÀTRIA

CINECIUTAT PALMA DE MALLORCA

CINECIUTAT PALMA DE MALLORCA

75 min.

Macià y Lau son dos hermanos nacidos en Menorca, en el corazón del Mediterráneo. Ahora cineasta, Macià reside temporalmente en Estados Unidos, mientras que Lau, el hermano pequeño, es un payés que se ha quedado en esta pequeña isla rocosa. A partir de una colección de imágenes, letras y dibujos de textura orgánica, la historia nos transporta hasta el paraíso perdido de la infancia, constantemente erosionado por la fuerza de las olas, del viento de Tramontana, de la distancia y el tiempo. Escondidas en la memoria de las piedras y los paisajes lunares, se encuentran las fuentes de la identidad local, las tradiciones y los ritos paganos del solsticio de verano, perpetuados de generación en generación. ¿En qué momento se separaron nuestros caminos? se pregunta el director con una suave mezcla de melancolía y culpa mientras su hermano, vestido de piel de oveja, interpreta el papel de Juan el Bautista durante la celebración del Santo. En este itinerario íntimo de amor fraterno, es el hijo pródigo quien se mira a sí mismo en el reflejo de su hermano menor, mientras reflexiona en voz alta sobre los límites de la memoria y las imágenes. (Javier Martín, Visions du Réel)

Macià y Lau son dos hermanos nacidos en Menorca, en el corazón del Mediterráneo. Ahora cineasta, Macià reside temporalmente en Estados Unidos, mientras que Lau, el hermano pequeño, es un payés que se ha quedado en esta pequeña isla rocosa. A partir de una colección de imágenes, letras y dibujos de textura orgánica, la historia nos transporta hasta el paraíso perdido de la infancia, constantemente erosionado por la fuerza de las olas, del viento de Tramontana, de la distancia y el tiempo. Escondidas en la memoria de las piedras y los paisajes lunares, se encuentran las fuentes de la identidad local, las tradiciones y los ritos paganos del solsticio de verano, perpetuados de generación en generación. ¿En qué momento se separaron nuestros caminos? se pregunta el director con una suave mezcla de melancolía y culpa mientras su hermano, vestido de piel de oveja, interpreta el papel de Juan el Bautista durante la celebración del Santo. En este itinerario íntimo de amor fraterno, es el hijo pródigo quien se mira a sí mismo en el reflejo de su hermano menor, mientras reflexiona en voz alta sobre los límites de la memoria y las imágenes. (Javier Martín, Visions du Réel)

Sesiones con guardería

Sesiones de madrugada